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sábado, 6 de septiembre de 2008

La lluvia



Ha amanecido lloviendo, y eso me ha alegrado. Me gusta el olor del campo cuando cae un aguacero, el aroma de la tierra mojada, de las plantas en todo su esplendor. Echaba de menos esto. No me gusta le verano, ni el sol. Nunca me ha gustado en realidad. Yo no soy de gustos mediterráneos, sinceramente. Echo de menos la montaña, y ahora me viene a la mente el recuerdo de un chaparrón en La Besurta, en los Pirineos. Nunca me había mojado tanto. Mi único temor era que terminara en tormenta, y en la montaña una tormenta puede ser más que peligrosa, sobre todo a esa altura... Terminé tan mojada que la ropa se me pegó a la piel completamente (menos mal que no llevaba camiseta blanca). Después me moría de frío en pleno mes de julio.

En fin, que me gusta la lluvia. Seguro que a muchos les puede parecer raro, pero me da igual.

1 comentario:

Anónimo dijo...

"Nunca me ha gustado en realidad"

Sin querer había cambiado la preposición. La, quedaba.



"Mi único temor era que terminara en tormenta"

Igual.