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miércoles, 10 de septiembre de 2008

Señales



No sé si creer en las señales, o si solo son las ganas de verlas. El caso es que hoy algo me ha recordado a una persona a la que he querido mucho, a una persona a la que echo mucho de menos. Él no se ha portado muy bien conmigo, no es que me haya apoyado mucho después de quedarme sin pareja y sin trabajo. Y sin embargo, yo sigo echándole de menos.


¿Cómo se entiende que esté enfadada con él y a la vez le eche de menos? Tal vez porque él y yo teníamos algo platónico desde hacía mucho tiempo, pero mi situación hacía que solo se quedara en eso. Después me quedé sola, y él no hizo nada. No vino a rescatarme, como había hecho siempre que estaba en apuros. No, solo me dejó marchar.
Ahora mismo no sé si escribirle o no. Había decidido que no iba a volver a intentar hablar con él, porque no me había llamado. Pensaba que no quería saber nada de él, y sin embargo, me muero de ganas de escribirle. Pero, ¿de qué servirá?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

si te mueres de ganas, hazlo, y que sea lo que dios quiera

Selene dijo...

Ufff, no lo sé, tengo que pensarlo. No aguantaría que siguiera estando en silencio, como hasta ahora. Me resultaría insoportable.

Un beso.

Anónimo dijo...

Todas esas locuciones las hubiera podido escribir otra -cualquier otra-.

No merecen tanto; Y, sin embargo...