No estoy...
Y digo yo, ¿Qué he hecho para merecer este dolor de cabeza? Tengo que seguir escribiendo mi novela, y no estoy, no estoy... y tengo que estar, porque me están pidiendo que la termine. Tengo que seguir, y no me encuentro a mí misma. ¿Será el calor? Yo creo que sí, que no puede ser bueno, y menos para alguien como yo, que se iría a Noruega de cabeza o un lugar parecido. No me gusta el sol, ni sudar, ni meterme en el metro y notar el olor a humanidad que te pega como una bofetada en las narices.
Seguro que esta tarde me voy a pasear. Me relaja, me distrae de mí misma, me hace olvidar el verano tan desastroso que estoy viviendo. Espero que en la librería encuentren el Mabinogion, aunque con lo raro que es de encontrar, no se yo... Bueno, cruzaré los dedos, y si hay suerte, sérá genial. Por cierto, uno de los chicos de la librería me recordaba mucho a alguien que me gustaba hace tiempo. Qué cosas...
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