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viernes, 25 de octubre de 2013

Sonrisa congelada (poema)


Piel de granito y musgo;
huesos y tendones, 
y un corazón que late
en un cuerpo inerte. 
Alma tallada en piedra,
que espera el aliento del creador...
Me creó de la nada, 
escuchando una voz interior; 
poco a poco
talló mi rostro. 
Sonrisa congelada, 
ojos pétreos, 
con los que observo, 
curiosa, 
el paso de las estaciones...
Presa sobre mi pedestal, 
en una existencia perpetua; 
eternamente inmóvil, 
sombra en verano 
y desdibujada entre la niebla, 
espectro de piedra.
Estatua, 
esa soy yo...



Noemí Valle





miércoles, 16 de octubre de 2013

Inalcanzable (microrrelato)



Se asomó por la ventana y la luna parecía devorar el horizonte a mordiscos, como un niño hambriento. Una luna mágica y a la vez temible, capaz de hacer que todos los mortales se perdieran en su blancura, en lo remoto de sus cráteres, en su inalcanzable faz. El resto del cielo era invisible...




Noemí Valle

lunes, 14 de octubre de 2013

Luna (poema)




Luna,
guardiana y cazadora,
suave consuelo
de mis soledades...
Blanca y oronda,
me ablanda el corazón
tu mirada felina.
Sigues mis pasos
como una sombra,
cazando presas invisibles
y juegas al escondite
con fantasmas y sombras
que solo tú puedes ver.
Silenciosa,
a veces distante,
con la mirada fija
o dormida en mi regazo;
fiel defensora,
mi leona en miniatura,
guardas las uñas
y ronroneas,
pidiendo una caricia.
Luna,
diva y gata...







  Noemí Valle

jueves, 10 de octubre de 2013

Títere (poema)


Tirando de los hilos, 
maneja el mundo; 
risas y sueños
se tornarán en llanto
si él así lo quiere.
Bailan a su antojo
o caen sobre el fango, 
solo porque le place.
Los hilos invisibles 
tiran de ti, 
títere; 
corazón de madera
y sueños de virutas
que vuelan, 
cuando sopla el viento...



Noemí Valle

viernes, 20 de septiembre de 2013

Tránsito (poema)



Alma en tránsito,
escapándose del cuerpo;
Aliento...
Flotar,
como una hoja
mecida por la brisa
de una tarde de otoño.
Un espíritu en fuga
que se abre camino
a través de la carne;
una nave que se aleja
hacia el ocaso,
a donde mueren las estrellas,
antes de renacer...




martes, 20 de agosto de 2013

Ronin (poema)



Soñaba con el camino...
¿Por qué iba a ser yo menos
que otros,
cerrados de mente,
fuerza bruta
y miedo hacia mí...?
Terror a parecer débiles
ante alguien como yo,
que les miraba desde abajo;
Yo quería recorrer la senda,
como los guerreros de antaño...
Caminaba sobre un tatami
siguiendo las huellas del samurai,
y trazaba movimientos en el aire,
peleando contra mi sombra,
contra guerreros invisibles
venidos de antaño...
Luchaba contra el miedo,
recreando movimientos
repetidos a través de los siglos,
defendiéndome de gigantes
con la inteligencia.
Era como un samurai...
Sin armadura,
sin derramar sangre,
pero recorriendo mi camino,
el camino del guerrero.
Los días de tatami pasaron ya,
hace mucho...
No hay jinetes en la niebla
ni un maestro;
recorro yo sola la senda,
con la inercia de las fuerzas contrarias,
y todavía sueño con las lecciones
y un kimono hecho para mí...



Noemí Valle









jueves, 8 de agosto de 2013

Atrapada en piedra (poema)



La brisa acariciaba su rostro
con dedos invisibles; 
no quería abrir los ojos 
ni escuchar las voces 
que susurraban...
La mente atrapada en piedra,
contemplando el espejismo, 
la estela de un cometa
y las fábulas y cuentos de un pájaro
que trinaba junto a su rama. 
Los días y las noches 
se cruzaron sobre el cielo 
de la estatua dormida;
la lluvia bañó su rostro, 
cantando una canción
en voz queda. 
"Despierta, 
espíritu hechizado, 
no vivas en tu encierro, 
abre tus ojos de piedra
y contempla la luz"
La luz... 
Y abrió los ojos, 
contempló el bosque, 
y caminó; 
caminó por su propio sendero...


Noemí Valle






lunes, 5 de agosto de 2013

Durmiente (microrrelato)



Arturo reposa lejos del mundo, tras el velo de la muerte. Muchas lunas han pasado, desde que las sacerdotisas se lo llevaron, pero nosotros seguimos esperando que despierte...






Noemí Valle

martes, 30 de julio de 2013

Un candil (poema)




El frío estremece mi piel...
Es de noche ahí fuera
y busco la luz,
un candil que ilumine el camino
dentro de mi cueva;
mis pasos se acercan a la salida,
pero temo tropezar.
Ángel o demonio,
razón y sentimiento,
miedo y valor...
Un corazón tallado
a golpes de cincel,
de caídas y renaceres;
con el color del cristal
del espejo en el que me miro.
Camino, tropiezo y me levanto,
y vislumbro la salida
para escapar de mi cueva,
con miedo;
¿Qué me espera ahí fuera?
Lobos y sombras
y crujir de ramas
bajo mis pies,
y un arroyo que fluye,
cercano...
El agua es vida;
debo caminar más
y espantar a los espectros
del miedo y del rencor
y la pena,
con su hacha invisible...
Salir y respirar
el aroma del amor;
abrigarme entre tus brazos,
dejar que la arena caiga lentamente,
en nuestro reloj.
Caer y volver a levantarse,
simplemente vivir...

lunes, 15 de julio de 2013

They danced (Tale)



She danced to the music and was carried by her dreams, mingling with butterflies that were fluttering in the garden and shamelessly caressing flowers, before nightfall. The fast spinning air and she heard the voices of the other fairies, who had come to the party after her, and joined in their dance to the music of the trees and birds. "Hopefully tomorrow everything remains here," she thought, watching the flowers closed and everything was lit by the splendor of the fireflies.


Noemí Valle

domingo, 28 de abril de 2013

Fernando (Poema)


Contemplo su rostro mientras lee; 
parece inalcanzable para mí
con sus grandes ojos negros 
asomados a la ventana 
de un mundo lejano. 
Mi vista no se aparta de él;
me fascina su silencio, 
la sonrisa que esboza
y permanezco así, 
contemplándole, 
deseando un beso...






Noemí Valle

miércoles, 20 de marzo de 2013

Recuerdos de antaño

Éramos dos niñas de capital, conociendo el pueblo de nuestro padre, cada verano. Tu voz, casi de niña, pronunciaba palabras que aprendí a entender, con los años. Nos llevabas de la mano por el pueblo y nosotras descubríamos las tradiciones de tu tierra, que poco a poco se fue haciendo un poco nuestra, aunque éramos las de Madrid, correteando por las calles empedradas, de aceras minúsculas. No a todo el mundo le gustaba la gente de fuera, y eso era triste. Pero eso no nos quitó el cariño por el lugar en el que nació nuestro padre. Eras una abuela con claroscuros, como cualquier ser humano, pero te recuerdo cantando el himno de Valencia, en unas fiestas, hace muchos años. Y hoy, un día después de San José, me ha parecido verte, desde mi baja estatura de entonces, cantando, emocionada. Y te he echado de menos. 






Amalia N. Sánchez Valle, conocida como Noemí Valle

martes, 12 de marzo de 2013

Eterno movimiento (poema)
















Había nieve 
en aquel bosque, 
recorrido por arroyos, 
cubierto de crisálidas abiertas
de sueños que volaron 
hacia lugares remotos. 
El blanco manto lo cubre todo, 
borrando las huellas
del lobo que devora el tiempo; 
veo los copos caer, 
escucho un tic-tac, 
tic-tac, 
tic-tac... 
Mis cabellos se vuelven blancos
y las estrellas giran, 
sobre mí; 
los ríos fluyen 
y nada permanece inmóvil.
Eterno movimiento; 
mecanismos invisibles 
de una máquina que no se detiene, 
que atrapa a los humanos 
en sus engranajes... 
Misterioso, 
invisible a mis ojos, 
que no pueden ver.


Noemí Valle

lunes, 4 de marzo de 2013

Caminar (poema)




Las gotas de lluvia repiquetean,
llorando sobre los cristales;
asomada a la ventana
me pregunto dónde estarán
todos los sueños que animaron
las noches y los días
de mi mente...
El agua ha pasado rauda,
por el río del tiempo,
enseñándome,
con tropiezos,
que no todos los sueños
se hacen realidad.
No importa,
el caso es caminar...
protegerse del viento,
de las espinas de las rosas
y de la desazón,
luchar con espadas
contra el olvido y la culpa
y fabricar la red
sobre la que poder caer.
La lluvia sigue cayendo;
echo de menos algunos rostros del pasado,
que se fueron para siempre,
dejándome un mar de lágrimas
y las estatuas se bajaron del pedestal,
sin mirar atrás,
caminando hacia un ayer
que se esconde tras las montañas
de mi memoria infantil...
Un día seré una sombra
y reviviré en los recuerdos
de alguien,
en días de lluvia y viento,
en noches estrelladas,
en la música en una tarde tranquila,
para traerme de vuelta.
Y seré una sonrisa
desde una fotografía,
con mi impronta en la herencia
que un día dejaré...
Mientras,
soy quien no se cansa de soñar
con seres invisibles
en bosques bañados en luz blanca,
una noche de luna llena
o la creadora de historias
con vida propia;
soñar,
eso que me ha hecho concebir planes,
caminar por mi propia senda,
encararme con el tiempo...


Noemí Valle





viernes, 15 de febrero de 2013

Desván de la memoria (microrrelato)

Persigo imposibles y sueño verdades... En el desván de la memoria guardo tantas cosas que debería quitar las telarañas y dejar una linterna, para no perderme en la oscuridad. Pero no todo está a oscuras; hay verdades que descubro, rostros que se revelan en su totalidad, entre los recuerdos.









Noemí Valle

jueves, 10 de enero de 2013

Trinchera (Relato)















Tecleo y tecleo palabras huecas. Es mi trabajo. Eso es lo que pienso para consolarme por el tiempo perdido entre impresoras, sellos, comerciales que se acercan a mi mesa para pedirme que le de prioridad a lo suyo, a su cliente, "que es muy importante". Todos dicen lo mismo, mientras se colocan bien la corbata de diseño convencional, marca Meridio Nucci.

Hace un frío horrible, como cada mañana, sea el mes que sea. Ese aire acondicionado y yo tenemos una guerra cuyas batallas gana él, invariablemente. Me duele el cuello y los dedos siguen tecleando algo que me importa un bledo, sobre una maravillosa línea de ADSL para empresas que les va a llevar a otra dimensión tecnológica. Y a un módico precio cada mes. 

Y ahí está ella, mi superior, hablando y hablando por teléfono, mandando correos electrónicos a sus amigas, mientras yo sigo redactando tonterías varias. En cualquier momento lo dirá... Ya lo ha dicho. "¿Tú estás tontito, Felipe?" Miro de reojo a un lado y otro y nadie parece reparar en que esta mujer pronuncia todos los días y varias veces la frase "Felipe, tú estás tontito". Y yo me pregunto cómo es ese hombre que aguanta a una mujer de gesto hosco, que le llama tontito. Alguien que no me habla más que por correo electrónico, aunque estoy sentada enfrente de ella, que se esconde tras esa cortina de pelo negro y unas gafas de pasta que la mantienen alejada de mí. ¿Cómo será Felipe Tú Estás Tontito? ¿Lo será? ¿Será tontito de verdad...? En todo caso tiene que ser un hombre con una vena masoquista muy acusada. 

Sigo tecleando, con el frío cogiéndome del cuello y los hombros. Siempre frío. Y ADSL, y Felipe Tú Estás Tontito. Me siento como si formara parte del mobiliario de la oficina. Miro por la ventana y suspiro...



Noemí Valle