Búsqueda (poema)
No quiero que estés sola,
en el yermo
que no tiene fin ni retorno.
Cerré la puerta
y solo la abrí
cuando ya era tarde;
busco señales de ti,
le pregunto al viento
y a las estrellas
a dónde va el alma,
cuando morimos.
No he de buscarte
en tu eterno encierro,
pues solo queda una sombra,
la carne y los huesos
de quien un día caminó y amó...
¿Dónde estás ahora?
Tal vez eres parte del aire,
o esa luz que entra por la ventana,
cuando amanece.
Puede que me contemples,
desde algún lugar,
y sepas cuánto dolor siento;
recupero los recuerdos
que yo misma me negué,
vuelvo a ver tu rostro
y regreso a mi infancia,
a la tierra donde tú siempre me quisiste.
Ya no puedo escucharte,
y cuánto me gustaría...
7 comentarios:
Muy bonito, como duelen las cosas que no hacemos, y cómo duelen cuando sabemos que ya no podremos volver a hacerlas.
La vida tendría que tener un tutorial y empezar después cuando tienes todas las lecciones aprendidas...
ay..,qué sabemos realmente de la vida y la muerte?
Sabemos del dolor,y del amor..y aun asi siguen siendo un misterio..
¿A dónde se va todo lo que Fué,y todos los que Estuvieron...?
Somos ciegos,niños ciegos perdidos en un Laberinto...
Ojalá encontremos nuestro Hilo de Ariadna..
Tus palabras son hermosas y tristes como el hecho mismo de Existir..
Suerte en el Laberinto..
Un beso..
QUE BUENO ESTA TU BLOG TE INVITO AL MIO :D
Raven, ojalá pudiéramos aprender antes de meter la pata, pero claro, no tenemos segundas oportunidades siempre.
Un beso
Simonetta, la muerte es más triste cuando no nos hemos despedido de esa persona que se va, cuando la llegamos a conocer demasiado tarde y nos damos cuenta de que ya nunca podremos hablar... Y entonces es cuando queremos ver una señal, para saber dónde está... Ojalá llegara esa señal.
Los reencuentros sinceros no entienden de momentos...
Jamas ha sido tarde para abrir las puertas del corazon y del alma.
Todo es como debe de ser y el ser que parte sonrie,pues todo esta en su sitio...
Querido Pemm, lo que me ha obsesionado en estos meses es pensar en el tiempo que he perdido... Ojalá ella sepa, donde esté, que en el fondo, siempre la he querido.
Muchos besos.
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