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viernes, 25 de octubre de 2013

Sonrisa congelada (poema)


Piel de granito y musgo;
huesos y tendones, 
y un corazón que late
en un cuerpo inerte. 
Alma tallada en piedra,
que espera el aliento del creador...
Me creó de la nada, 
escuchando una voz interior; 
poco a poco
talló mi rostro. 
Sonrisa congelada, 
ojos pétreos, 
con los que observo, 
curiosa, 
el paso de las estaciones...
Presa sobre mi pedestal, 
en una existencia perpetua; 
eternamente inmóvil, 
sombra en verano 
y desdibujada entre la niebla, 
espectro de piedra.
Estatua, 
esa soy yo...



Noemí Valle





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