Senderos (microrrelato)

Y llegaron los hombres, desbrozando los caminos, y crearon senderos donde crecían los helechos; sus pisadas asustaron a los pájaros, que salieron volando.Tras cada risco, cada roca, cada avellano que crecía junto a los pinos y los tejos, descubrieron los paisajes con los que habían soñado, generación tras generación, desde el valle. Y volvieron la vista atrás, en su ascensión, y pudieron ver sus chozas, diminutas... Se sintieron cerca del cielo, unidos por lazos invisibles, y continuaron ascendiendo. Tal vez, después de ellos, otros ascenderían por los senderos de la montaña.

Atrapa mariposas (poema)

Y corro detrás de mis sueños,
a través de un bosque de dudas...
Los quiero atrapar,
como si de mariposas se trataran;
mariposas que se alejan de mis redes
y revolotean por las flores que aún sobreviven
en los últimos días del verano.
Mis sueños son los ecos dormidos
que un día recorrieron las montañas
y se quedaron allí,
para siempre,
las telarañas cubiertas de polvo,
en el fondo de una cueva,
el lago que refleja las nubes de tormenta...
Y si un día alcanzo mis sueños,
¿Qué me quedará,
sino nuevos anhelos,
a los que perseguir,
en el bosque,
con un atrapa mariposas?


Noemí Valle

Alma, pájaro, cometa (poema)

Dejo que la brisa acaricie mi rostro,
con manos invisibles
y me convierto en pájaro
que vuela hacia las nubes,
y me alzo,
por encima de los tejados.
Soy un pájaro que mueve las alas,
y que no tiene miedo a ascender,
más y más,
jugando con las nubes,
despidiéndome de todos,
con las alas...
Y las estrellan me esperan,
para brindarme su melodía
de tintineos cristalinos,
bailando al rededor de la luna,
madre de reflejos plateados.
Y me convierto en esfera de hielo,
de melena al viento,
sin rumbo fijo,
para recorrer los confines del universo...
Soy un cometa,
y recojo la música
de los planetas y sus satélites,
y los llevo conmigo,
en mi alma,
para siempre.


Noemí Valle

La casa (poema)

El tiempo atrapa mis sueños,
llevándoselos lejos,
donde mis manos no pueden alcanzarlos...
Las ilusiones siguen en pie,
luchando contra el viento,
que quiere derribar sus paredes
de un manotazo;
mis manos se aferran a sus cimientos,
y nos sujetamos,
mutuamente...
Yo soy esa casa que contempla,
solitaria,
la colina y el lago,
y que lucha contra el viento,
enfrentándose a sus manotazos,
aguantando, sólida,
sobre un terreno arcilloso,
conflicto, dolor,
redención y paz...




N. Valle

Vacío (Microrrelato)

Oyes pasos detrás de ti, y apenas te atreves a mirar...
Tu respiración se acelera, a medida que los pasos se escuchan más cerca. El viento susurra entre las ramas palabras ininteligibles, y un lamento flota en el bosque; un sollozo, como de un niño, te sigue, se va acercando a ti...
Miras de soslayo y no ves nada, salvo el camino que tus pies han recorrido. Y de pronto no recuerdas a dónde querías llegar, y el bosque parece infinito; solo ves árboles a un lado y otro, y tu corazón late más deprisa. Quieres gritar, y corres por el sendero que se abre frente a ti; sientes como los seres invisibles del bosque te vigilan, y te preguntas si alguno te querrá ayudar. ¡Te has perdido!
Todo se vuelve oscuro, a tu alrededor, y las hojas secas grujen bajo tus pies, hasta que de pronto, pierdes el contacto con el suelo, y caes, caes, te precipitas en un vacío silencioso y sigues cayendo, y gritas, tratando se asirte , en vano, a algo, pero no hay nada, solo es vacío...

Abres los ojos, y no sabes dónde estás; tal vez ha sido todo una pesadilla.

La Boheme: Renata Tebaldi

Gracias por enseñarme tanto...

Jardín secreto (poema)

Se dejaba acariciar por los segundos
que pasaban por delante de aquel paisaje...
No deseaba abandonar aquel lugar en el que se refugiaba,
su burbuja del tiempo,
la crisálida en la que se ocultaba,
para convertirse en mariposa.
Allí dejaba atrás el mundo gris,
los sinsabores cotidianos,
las almas en pena con las que se tropezaba,
día a día...
No, nunca se iría del todo
de aquella tierra sagrada,
donde habitaban los seres de su mente,
las hadas que bailaban en los claros de los bosques,
los fuegos fatuos,
los personajes de sus relatos.
Siempre guardaba la llave en su corazón,
y nadie más que ella podría entrar
en ese jardín secreto.



Noemí Valle

Mosaico de recuerdos

Recopilo todos los recuerdos que van surgiendo en mi mente, y vuelvo a ver tu sonrisa cuando me cogías en brazos, para enseñarme el cuco, que salía a anunciar las horas...

Prefiero que me quede esa imagen para siempre, y el recuerdo de tu voz profunda de barítono, que con los años se ha ido apagando. Siempre serás aquel cantante que repitió escalas, arias y romanzas ante su maestro, con la ilusión de debutar algún día.

Possente spirto

Mi abuelo me hizo descubrir la ópera, hace muchos años. Y ahora quiero dedicarle mi aria favorita, de la que se ha convertido en la ópera que más me gusta: L'Orfeo, de Claudio Monteverdi. Para ti, abuelo, por todo lo que me has enseñado.