.

.

sábado, 4 de abril de 2009

Una oferta

"Una oferta de trabajo", me digo a mí misma, sin terminar de creérmelo, "y de lo mío." Camino por una avenida interminable, con un jersey más gordo de lo necesario y unos zapatos que todavía no están domados del todo, y veo un edificio enorme, de color azul, lejos, muy lejos. Me da la sensación de que no me acerco nunca a mi destino, que camino sobre el mismo sitio, sin desplazarme, y me desesperan más mis zapatos, que se me empiezan a clavar en el empeine. "No importa", pienso, rascándome el cuello con insistencia y abanicándome con el libro que he leído en el autobús/tartana mareadora.

Atravieso un larguísimo parque, y otra avenida rodeada de zona verde, y el edificio azul que sigue pareciendo muy lejano, inalcanzable, como un trabajo (ya no digo ni bueno ni malo, solo un trabajo). ¿Acaso será un espejismo en ese paisaje? "¿Por qué me he puesto tanta ropa, y encima cuello alto, por qué no he hecho una falla con estos zapatos, por qué hace tanto calor...?"

Y ocurre lo que parece imposible... el edificio azul es real, con personas trabajando, visitantes con pegatina, como yo. Y empiezo a canturrear una canción mientras espero el ascensor; estoy de buen humor, aunque me conozco, me hago ilusiones y luego los trabajos no salen. No me haré ilusiones, mejor no. Solo cruzaré los dedos, por si sirve de algo...





2 comentarios:

Han Solo dijo...

con los tiempos que corren, ojala yo encontrara algo bueno para trabajar. Pero meestoy moviendo y se que lo voy a encontrar.
ojala tengas suerte y te cojan.
Porcierto, la cancion no tiene nada quever, ¿no?
es qeu me ha despistado por completo :).
No habia oido a este grupo nunca.
Es curioso

Muchos besos

Selene dijo...

Pues no, la canción no tiene nada que ver, pero me apetecía mucho escucharla. Es de un grupo alemán que se llama Rammstein. Tienen canciones muy cañeras, y otras más tranquilitas, como esta.

Muchos besos.