.

.

sábado, 31 de mayo de 2008

Tan cerca


letter


Cuando llegó a la oficina, lo primero que hizo fue revisar la correspondencia que le habían dejado encima de la mesa; tiró a la papelera varios folletos de propaganda sin pararse a leerlos y se fijó en lo demás.


Le llamó la atención un sobre sin remitente totalmente distinto a los que le solían llegar todas las semanas. Alguien había escrito a pluma su nombre cuidadosamente. Lo abrió y se encontró con un papel de buena calidad, doblado por la mitad. Tras desplegarlo, leyó el mensaje. "Si no fueras inalcanzable, perdería la cabeza por ti". No había firma.


Él lo releyó varias veces y buscó pistas en la letra, redonda y bien trazada. ¿Sería una broma? Miró a su alrededor, buscando que alguien se delatara con algún gesto. Nada. Todas sus compañeras tecleaban en sus ordenadores o hablaban por teléfono, ignorándole.


¿Quién le habría dejado ese sobre, que no estaba franqueado? Solo podía ser alguien de allí. Suspiró y volvió a repasar los rostros impasibles de sus compañeras, y entonces sospechó de ella. Él deseaba que fuera ella, y por eso estaba seguro de que no podría haberlo escrito ninguna otra mujer.


Dobló de nuevo el papel y se lo metió en el bolsillo de la camisa, antes de encender el ordenador, mientras ella guardaba su pluma en el bolso, a escondidas. "Yo podría decirte lo mismo a ti", pensó, contemplándola desde su mesa, y ambos fingieron que no se habían mirado.

No hay comentarios: