Sueño o realidad
Sus ojos, grandes y expresivos, tenían la sabiduría de quien hubiera aprendido innumerables lecciones de amor, y la miró con ternura, sabiéndose guapo y deseado. Extendió su mano hacia su pelo y ella se estremeció, deseando que esa sensación durara para siempre; un hormigueo recorrió su cuero cabelludo, desde la coronilla hasta la nuca, haciéndose poco a poco con el control de su cuerpo, que se perdió en un temblor de piernas y de manos. Allí estaban, después de todo, delante de una taza de café humeante, con la música de fondo, flotando en el aire, ligera como una pluma. ¿Era un sueño, o una realidad?
No hay comentarios:
Publicar un comentario