Vincent Van Gogh (poema)
Miraba más allá de un campo de trigo,
hacia las líneas retorcidas del cielo
y los cuervos levantando el vuelo,
hacia el horizonte...
A través de sus ojos inquietos,
el espíritu del color
bailaba y serpenteaba
y jugaba con el viento,
en trazos vivos
que se convirtieron,
por arte de magia,
en una noche estrellada...
Y las almas duermen,
en sus camas,
bajo una luna ígnea
mientras él se hundía,
lentamente,
en un vaso de vino,
flotando su mente
en los recuerdos,
observando a quienes comían patatas,
a la luz mortecina de un candil.
Vida y muerte,
oscuridad en las tierras heladas
y en las flores que brotan de la tierra.
Y en su sueño,
el arrullo del viento
en el campo de trigo
y la caricia del sol;
tal vez el tacto de una mejilla
y el abrazo de un padre
que se acerca...
"Theo, gracias, Theo,
siempre llevo alguna carta tuya
en mi bolsillo..."
Noemí Valle