La ceguera (poema)
Mi imagen me saludó desde el espejo
y sonrió en su encierro de cristal;
yo era la misma que sabía luchar,
pero nadie parecía saberlo...
Solo veían las lágrimas
que yo no derramaba,
las flores marchitas,
el rostro a media luz.
No quise darme por vencida
y choqué, y choqué
contra el muro de la ceguera
de quienes no me conocen,
luchando por mostrarme
pero solo fue una guerra perdida,
de antemano,
pues todos llevamos puesto un cartel
del que queremos librarnos,
escrito con letras invisibles
en el fondo de la mirada.
Luché contra ese muro,
una vez más,
para volver a perder;
la ceguera, la ceguera...
Solo yo sé lo que soy capaz de hacer
aunque estuvieran,
de antemano,
repartidos los papeles.
Noemí Valle