Luz y tinieblas (poema)
De profundis...
Silencio y solo silencio
y un halo de misterio
en torno a la imagen que me mira
desde su peana.
Clamavi ad te,
Domine,
susurro
y levanto la vista;
busco el rayo de luz
que se cuela
desde el cenit...
Un velo blanquecino
cae sutilmente;
luces y sombras,
librando una guerra
entre columnas y bancos.
Silencio,
quiero silencio,
pero oigo murmullos.
La imagen parece moverse,
animada por el titilar de las velas...
Mi aliento se escapa,
en forma de vaho;
torbellinos transparentes
que se elevan,
al ritmo de mi respiración.
Frío,
que me cala hasta los huesos,
que me abraza,
sin yo quererlo.
La oscuridad,
devora las losas de mármol,
ganando la partida a la luz...
Ya no veo la sonrisa
ni los coros de ángeles,
sino una sombra
que pasea,
entre las capillas.
Una sombra,
cuyos pasos resuenan,
contra los muros,
rompiendo la quietud;
una sombra
que soy yo...
Noemí Valle
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