Highlands (relato)
Y llegaron los fríos, en aquella tierra soñada; todo cuanto se extendía ante mis ojos era belleza y calma. Me senté sobre un tronco caído y contemplé el castillo que se alzaba, a lo lejos, que reclamaba mi atención desde la otra orilla del lago, como si una voz apenas audible me llamara, desde allí. Una luz jugueteaba desde una ventana a otra, como el vuelo de las luciérnagas. Tal vez debía ir, y entrar en el castillo, porque parecía darme la bienvenida...
Continuará.
1 comentario:
Siempre es agradable leer estos textos tuyos, aunque sea por escasos segundos... se agradece evadirse de la ciudad y viajar mentalmente al campo.
Publicar un comentario